Explorando la Belleza Natural: Miradores y Cascadas en la Región

Explorando la Belleza Natural: Miradores y Cascadas en la Región

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ivan

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Entono la Alcoba de Sayago

La naturaleza nos regala paisajes de ensueño, lugares donde la serenidad y la majestuosidad se entrelazan de manera única. En esta travesía por los lugares más impresionantes de la región, te llevaré a través de miradores y cascadas que te dejarán sin aliento. Desde panorámicas inigualables hasta caídas de agua que parecen sacadas de cuentos de hadas, estos destinos te sumergirán en la grandeza de la naturaleza.

Cascada de Abelón

La cascada de Abelón es el salto de agua más popular de Zamora Arribes del Duero. Una hermosa cascada en el arroyo Cunca. Antes de alimentar al río Duero se divide en muchos arroyos. Este salto de agua forma parte del itinerario de una ruta de senderismo fácil que pasa por la enigmática peña de La Campana, el mirador de La Poyata y las ruinas de la Ermita de San Vicente, dominando la confluencia del Esla y el Duero.

Mirador del Castillo Fermoselle

Enclavado en el encantador pueblo de Fermoselle, este mirador es un tesoro escondido. Desde la cima del castillo, la vista se extiende sobre los cañones del río Duero y las tierras que se desvanecen en la distancia. El contraste entre la robustez del castillo y la delicadeza del paisaje crea una experiencia visual inigualable.

Peña Blanca Peña Centicosa Puente Requejo

Una de las rutas más atractivas de los Arribes del Duero zamoranos parte de Villadepera y conecta los miradores de Peña Blanca y Peña Centigosa. Un sendero panorámico con vistas al Cañón del Duero, la sección final ofrece vistas del espectacular Puente de Requejo y el curioso Molino del Cubo. Se trata de una ruta cómoda y fácil para disfrutar del encanto del parque natural.

Pozo los Humos

En el corazón del Parque Natural de Arribes del Duero, se encuentra el espectacular Pozo los Humos, una cascada que parece brotar de un mundo de fantasía. Con una caída de agua de más de 50 metros, esta cascada es una muestra impresionante de la fuerza de la naturaleza. El sonido atronador del agua al caer y la sensación de estar en un rincón apartado de la civilización hacen de este lugar una experiencia mágica.

Lastra Aguas Bravas

Nos dirigimos a las vertientes zamoranas de Arribes del Duero para descubrir dos de sus saltos de agua más importantes. El primero se llama Lastras de Aguas Bravas y está situado en la localidad de Mámoles. El salto de agua se encuentra apenas unos metros antes de desembocar el arroyo Ribera en el Duero. Para llegar hasta allí hay que seguir un sendero fácil y señalizado de 2,5 km que atraviesa un precioso entorno. Muy cerca se encuentra el espectacular mirador del Testero del Burro, uno de los más interesantes de Zamora Arribes.

Mirador del banco del Hullón

Una de las sorpresas más agradables es el mirador del Banco de Hullón. Situada en la localidad de Villadepera. Para llegar hay que seguir un camino que comienza junto a la piscina de la ciudad. Puedes conducir los primeros 3 km hasta el aparcamiento y caminar el último km. El principal atractivo de este mirador su banco de madera, lo que lo convierte en uno de los miradores más fotogénicos de la vertiente zamorana de Los Arribes.

Peña Redonda

La Peña Redonda, como su nombre indica, es un gran domo circular de granito que domina el cañon del Duero. Al otro lado se pueden ver las casas de la localidad portuguesa de Vale de Aguia. Antes de disfrutar del paisaje, merece la pena hacer una breve parada en las ruinas de la Ermita de San Amede. El templo, cuya estructura es difícil de adivinar, fue construido a finales de la Edad Media y sobrevivió hasta mediados del siglo XIX. Curiosamente, la Ermita de San Amede utiliza materiales procedentes de la antigua fortaleza Peña Redonda, que data de la Segunda Edad del Hierro. Durante las obras realizadas para reforzar el templo se descubrieron restos de distintas épocas, incluida la propia Segunda Edad del Hierro, la época romana, la Edad Media y la época moderna.

Mirador de la ermita de la Virgen del Castillo

El Mirador de la Ermita del Castillo en Fariza, ubicado en la provincia de Zamora, España, es un verdadero tesoro para los amantes del turismo rural y la belleza natural. Este punto de observación te permite disfrutar de una vista espectacular de los imponentes cañones del río Duero en el corazón del Parque Natural Arribes del Duero. Como experto en turismo, me complace guiarte a través de este artículo para descubrir la magia que aguarda en este rincón único.

Mirador del Meandro Y peña El Cura

Como si el fronterizo Duero se resistiera abandonar la zona, a su paso por Pinilla de Fermoselle, el río se retuerce haciendo pronunciados meandros (en uno de ellos se asienta Pinilla) y deja excelentes miradores que nos ofrecen el punto apropiado para hacer una de las mejores fotos de esta maravilla que son los Arribes.

Es el mirador del Meandro, un punto intermedio dentro del Camino de los Arrieros, dejando atrás un paisaje de grandes horizontes, e internándonos hacia los Arribanzos, donde el silencio y la quietud solo son interrumpidos por el vuelo del águila o los buitres.

El mirador del Meandro no defrauda, ni el pequeño sendero por el que caminamos. Pero aún queda una última sorpresa; el olivar Fenoyal.

El cual podemos ver desde el Mirador de Peña El Cura, que no nos ofrecerá grandes vistas sobre el Duero pero si sobre el olivar Fenoyal.

El microclima de los Arribes permite cultivos típicamente mediterráneos como este olivar. Plantado a mitad del siglo pasado, en un terreno comunal, donde se repartió un pedazo a cada vecino.

Femoselle

Se puede considerar la «capital» de Arribes del Duero. Fermosellle tiene una población de unos 1.200 habitantes y es la población más importante del Parque Natural. Declarado Monumento Histórico-Artístico en 1974, se ha conservado el trazado medieval de sus empinadas calles empedradas, haciendo de la visita un verdadero viaje en el tiempo.

De particular interés es la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, uno de los mejores ejemplos del estilo románico Zamorano. Además, hay muchos lugares perfectos para contemplar el curso del Duero, como las ruinas del Castillo de Doña Urraca del siglo XIII.

Una de las características del Fermoselle es que su base está perforada como el queso gruyere. Estas son las bodegas excavadas por los vecinos para producir sus preciados vinos. Recomendamos encarecidamente reservar esta visita guiada. Podrás descubrir estas bodegas a lo largo del camino y degustar los vinos.

En conclusión, estos miradores y cascadas son joyas naturales que nos permiten conectarnos con la grandeza del mundo que nos rodea. Desde vistas panorámicas que te quitarán el aliento hasta caídas de agua que parecen sacadas de cuentos de hadas, cada lugar ofrece una experiencia única que captura la esencia y la belleza de la región. Si eres un amante de la naturaleza y la aventura, estos destinos deben estar en tu lista de lugares por explorar.